RSS Feed

La vocación literaria y la prohibición SOCIAL Y FAMILIAR

Posted by Sci-Fi

La vocación literaria y la prohibición SOCIAL Y FAMILIAR

Por: Nicolás Hidrogo Navarro


La imagen fatalista, marginal, desgarbada y estigmatizadora, licenciosa, desordenada, perromundano que se tiene del poeta como un pobrediablo o “un loquito que se computa en otra frecuencia”, ha signado y maculado la imagen del poeta o narrador. La tradición misma ha proyectado que el ser poeta o narrador es sinónimo de desarraigo, desocupado, infeliz, descarriado, muertodehambre y alguien que encuentra en la bohemia y en la escritura sus refugios y evasiones propias de su soledad, incomprensión y conflictuación permanente consigno mismo y con la sociedad de su tiempo. Pero este abonamiento a la imagen no ha sido gratuita y hasta ha sido exacerbada y emulada como un sino enclichado y que debe ser consustancial a lo que es y debe ser un poeta, por los hacedores mismos de poesía y narrativa.
Más que éxito económico, ha sido el halo de misticismo, fama, leyenda y misticismo lo que ha incentivado las vocaciones literarias entre los jóvenes, sumado a conflictos existenciales, retraimientos socio-emocionales, falencias empáticas, incomprensiones emotivos-familiares y la necesidad de buscar las compensaciones comunicacionales y asertivas que no logró en el feed-back directo con sus interlocutores. El éxito de un escritor ha sido siempre su trascendencia en espacio y tiempo, su admiración por el portento creador, transgresor y transformador. La fama mítica ha sido el gran imán que ha cautivado al metalector que cree encontrar en este oficio una manera de ser admirado, recordado y mostrarse por siempre alguien que debe tomarse en cuenta.
Pese a que esta estirpe rara, dinosáurica y en vías de extinción, pareciera que nadie le da la bienvenida ni los lee, ni los comprende ni escucha, aún se resiste a desaparecer. Y es que la vocación literaria se inicia con la lectura y el hechizo del libro, la profundización y diversificación comprensiva que uno encuentra en ellos. Un lector se anima a ser poeta o narrador en le medida en que se somete a un reto emulatorio y encuentra que la literatura no sólo es arte cuando se lee sino cuando se inicia desde la hoja en blanco y se llega a construir mundos ficticios tachonados de experiencias e historias verosímiles.
El gran problema para un joven que depende de la obligación del padre mientras menor de edad y del favor mientras se es ya mayor de edad, es revelar abiertamente su vocación. “Papá-mamá ya terminé secundaria, ahora quiero elegir ser… poeta…”, sería una expresión y declaración inverosímil. Uno es poeta, ante la familia, muchas veces, clandestino y se lo toma en cuenta cuando otros empiezan a admirar y valorar lo producido.
La reacción de la familia, esperanzada de que el hijo estudie Medicina, Derecho o Ingeniería, cuando se conoce que el hijo quiere meterse de lleno a producir y marketear su imagen poética-narrativa, es cortante, desvinculante, coactiva y bochornosamente peyorativa: “no vas a vivir de la poesía y cojudez y media… los poetas o son borrachitos, vagos, haraganes u orates que se refugian en cursilerías…”. El efecto inmediato de la familia es coactivo, chantajista: “o dejas de estar pensando en tonterías y te metes seriamente a estudiar una profesión o te vas de la casa y se acabó toda ayuda…, bueno y en el mejor de loa casos, ten a la literatura como un hobby y nada más”. Sentencias resolutivas y vitales y posiciones radicales de la familia muchas veces castran y matan vocaciones. Esto demuestra que nuestra sociedad no sólo a desembocado en utilitarismo pragmático, sino que la familia, la escuela y la sociedad en general se mofa y se ríe socarronamente de un oficio y aptitud creativa, sino que le dan la espalda a una grey marginada, marginal y rotulada como una cofradía de loquitos que sueñan con los ojos abiertos.
.


Lambayeque, marzo 21 de 2006

Nicolás Hidrogo Navarro

Coordinador General Conglomerado Cultural –Lambayeque-Perú

0 comments: