RSS Feed

LOS ENCUENTROS INTERNACIONALES Y SU IMPACTO EN LA DIFUSIÓN DE LA LITERATURA-A propósito del I Recital Internacional de Poesía- Manta-Ecuador- 22-24 setiembre 2010-Por Nicolás Hidrogo Navarro.

Posted by Nicolás Hidrogo Labels:

LOS ENCUENTROS INTERNACIONALES Y SU IMPACTO EN LA DIFUSIÓN DE LA LITERATURA

A propósito del I Recital Internacional de Poesía- Manta-Ecuador- 22-24 setiembre 2010.



Por Nicolás Hidrogo Navarro



En el panorama de la literatura latinoamericana cada vez son más frecuentes los encuentros de poetas para festivales de libros, coloquios, recitales, homenajes, con un propósito fundamental: integrar, conocer, fortalecer los lazos creadores y amicales de los artistas de la palabra.

Esta estrategia latinoamericanista de concurrir a un punto de Latinoamérica ante una convocatoria y llamado, juega un rol socializador, intercambio y de contactos directos de las culturas, las formas de publicar, de difundir, la convergencia de los estilos, temas, posiciones estéticas, ideológicas que le hacen mucho bien al ejercicio literario.

Sin embargo, estos eventos tienen muchas limitaciones y restricciones en su organización y ejecución.

a) El escaso apoyo de las autoridades de los lugares sedes para viabilizar la presencia con estadía, alimentación, hospedaje y transporte de los invitados y que se sigue viendo esto como un gasto vano y quizá no muy reditable políticamente.

b) La escasa capacidad organizativa en lugares donde se da esto por primera vez. Los esfuerzos quijotescos y solitarios de un mínimo equipo, constituyen verdaderas proezas de gestión casi personal y donde hasta se juega la salud emocional del gestor o gestores, tratando de superar los mil y un inconvenientes que se presentan en este tipo de certámenes.

c) El escaso público que se suele tener es una suerte de aventura y lotería tener llenos los auditorios. El sistema escolar y aún universitario aún no es consciente de la trascendencia de estos eventos, pues lo consideran procesos extraacadémicos y que están desligados de su misión y visión.

d) Las mismas autoridades políticas lo ven como una suerte de ráfaga de promoción turística, pero no exactamente como una extensión intelectual, una reafirmación de la identidad cultural e intercambio estético de los pueblos.



Pero, por otro lado, los beneficios son más que los inconvenientes, restricciones y limitaciones, a tal punto que hacen olvidar y desaparecer cualquier dislate.

a) La integración latinoamericanista de los pueblos se pone en evidencia al punto que los temas de problemas limítrofes, las escaramuzas militares y los arrebatos pasionales y adjetivales políticos de uno y otro gobernante quedan pulverizados a la nada cuando se trata de hablar de la literatura, única bandera apátrida, sin fronteras ni límites que afusquen al creador.

b) El ideal de una paz armónica entre el hombre y la naturaleza, subyace y brota como un hecho concreto a la hora de complementar la palabra estetizada con la realidad circundante. La poesía se convierte en el medio y la herramienta de preocupaciones por disminuir la violencia en el mundo, buscar la integración de los hombres, el entendimiento y sensibilización de cuidar al planeta como un bien ineludible a la hora de construir sociedades más justas, equitativas, tolerantes y con respeto pleno del hombre y su hábitat.

c) La recurrencia de los hombres –al margen de la confluencia de distintos postulados estéticos e ideales humanos y militancias políticas y diasporización de sus egos olímpicos cual pavorreales en festival exhibitorio, sus noias exaltadas y extravagancias sublimadas- generan una cofradía de la palabra, un sentimiento de admiración del uno por el otro y una necesidad de seguir compartiendo y aprendido con las nuevas y viejas formas de estructurar los cuadrantes de la estética.





Particularmente, la experiencia que ha vivido la delegación de poetas y narradores de Lambayeque-Perú, en la figura de Antonio Castro Cruz, Javier Villegas Fernández y Nicolás Hidrogo Navarro, ha sido de un interactuar serio, consciente y responsable, solidario, respetuoso de la confluencia de todos los asistentes, buscando perennizar cada acto, cada gesto de todas las delegaciones. Haciendo que se fusione perfectamente la congruencia: poesía con el poeta, el hombre y el artista, la palabra y el gesto.

En este contexto La Casa de la Cultura Ecuatoriana Ext. Manta organizó y ejecutó el Primer Recital Poético Internacional realizado en las ciudades de Manta, Portoviejo, Ciudad Alfaro, y San Mateo los días 22,23.24 de septiembre de 2010. Representantes de países como Portugal, Argentina, Colombia, Ecuador, México, Puerto Rico, Uruguay, Venezuela y el Perú generaron una tensión telúrica para sensibilizar a los niños, jóvenes, adultos y a las autoridades a través de la poesía.

Santos Miranda Rojas, Presidente Casa de la Cultura Ext. Manta, Presidente de la U H E Cap. Manabí –Ecuador, fue el artífice indiscutible, el hombre orquesta que con la tenacidad de una hormiga logró hacer de este evento el primero de una sucesión de actos para el futuro.

En este contexto, se logra firmar un acuerdo bipartito a favor de la cultura entre la Casa de la Cultura Ext. Manta-Ecuador y Conglomerado Cultural-Lambayeque-Perú para promover actividades binacionales y de intercambio cultural en el aspecto literario, pictórico, dancístico y musical, mediante el cual todo evento hecho por estas entidades culturales llevará el coauspicio, coordinación, difusión, apoyo recíproco en cuanta actividad realizada.



Hay una necesidad insoslayable que los gobernantes de turno deberán comprender: para lograr un desarrollo humano no basta que sembremos de cemento las ciudades inclementemente a fin de hacer nuestros barrios más artificiales, no basta un millón más de policías para hacer seguras nuestras vidas sino hacemos contentas nuestras almas, no bastan las autopistas que aceleran nuestra adrenalina, no son suficientes los hitos territoriales que nos dividen y que nada protejan a la hora de la guerra, no son necesarios juguetitos de guerra que siembran más cruces entre los pueblos, es necesario sembrar más paz y armonía. La poesía no se ve, se siente, ingresa al alma por un resquicio semántico de las palabras. La poesía no es política ni un decreto oficial que impongan nada. Los libros se compran; la poesía, no. Las palabras se convierten en poesía cuando hacen efecto en tu conducta y tu vida, las palabras son sólo eso… palabras, pueden ser ciertas o pura falsedad. La poesía no está en los planes de gobiernos sino en el alma hologramática de los hombres. Y la poesía cumple secreta y subterráneamente estas necesidades de apaciguar y regocijar el alma cuando estamos ahitados de todo el bullicio y hastiado de la asfixiante modernidad. La poesía es el encuentro en soledad contigo mismo, es la fiesta emocionada de la palabra eclosionada en tu delirio y tristeza, es la lectura emocional en un alto del ruido y el paroxismo conflictuado de la vida. La poesía es el resumen de tu vida personal candidata a historia universal: tu voz solitaria de pronto vive interconectada de lectores, animada de multitudes. La poesía es un suave eco que domeña tu ira, amansa su animalidad, cubre de adjetivos, esperanzas, verbos, figuras, diafanidad, puebla la vida de una esperanza aún en el precipicio mismo de tu mundanidad. Por eso amo la literatura, porque no es política ni religión, fanatismos segregacionistas, sino una nave solitaria que procura belleza y humanizar, con las palabras al hombre.



Fruto de este encuentro-recital, integración y compartir quedó plasmado el siguiente documento que fue firmado por todos los invitados internacionales.



DECLARACIÓN DE MONTECRISTI-2010



Los poetas invitados en el I Encuentro Internacional de Poesía Horacio Hidrovo Peñaherrera y Stalin Valdivieso, entre los días 20-24 de setiembre 2010, presentados en ciudades como Montecristi, Ciudad Alfaro, Portoviejo y Manta, conscientes de la necesidad de llevar a la práctica sus ideales de fraternidad y lucha por un mundo mejor donde haya más paz y más vida, menos desigualdades e injusticias en una tierra respetada y defendida en todos sus aspectos, ACORDAMOS:

1.- RECONOCER que la poesía y los poetas son un producto estético y social que pretenden buscar la sensibilización del ser humano y generar conciencia integradora y de valores por y para la vida y la paz del mundo; y, nos comprometemos a afianzar nuestros lazos de amistad de poetas sin fronteras, realizando actividades culturales en nuestros lugares de origen, dando mensajes permanentes al planeta para hacer entender que la poesía es un pretexto estético y de belleza, que debe apuntar a reconocer que lo fundamental es el hombre y su necesidad de vivir en paz, igualdad y con justicia social, con absoluta tolerancia de las ideas de los demás.

2.- ACORDAR que nuestro ideario estético y social es una “Poesía para la vida y para la paz” y que tenemos la obligación moral de impulsar mundialmente un principio rector de “Defender la vida y la paz en nombre de la tierra y defender la tierra en nombre de la paz y la vida” e INVOCAR a los poetas y escritores y ciudadanos en general del mundo entero a unirnos por la paz y el respeto a la vida humana y natural y pedimos a los gobernantes y hombres de cualquier parte del mundo al cese de cualquier tipo de violencia por y contra el hombre e instamos a construir un mundo con sensibilidad social, tomando a la poesía como bálsamo creativo del desarrollo humano, fin supremos de toda sociedad.

3.- ASUMIR y acordar la institucionalización de este encuentro internacional de poetas que e ahora en adelante se denominará I Encuentro Mundial POESÌA POR LA VIDA Y POR LA PAZ cuya sede fundacional en la provincia de Manabí-Ecuador y tomamos como espacio terrígena inspirador la ciudad de Montecristi-Ecuador, cuna del líder liberal de la revolución de los pobres y oprimidos Eloy Alfaro, del Ecuador.

4.- ACORDAR realizar actividades sociales que se traduzcan en obras concretas en beneficio de los más necesitados y que tomen como bases objetivamente nuestro ideario.

5.- RECONOCER como un ejemplo que debe ser imitado a nivel mundial, el trabajo de apoyo a la educación y la cultura que han brindado las Municipalidades de Manta y Montecristi de Ecuador.



Manabí-Ecuador setiembre 24 de 2010.



Magdalena Molina Vélez (Ecuador)

Mario Hernán Zúñiga Alván (Ecuador)

Paulina Suárez (Ecuador)

Joao Sevivas (Portugal)

Victoria Romero (México)

Gustavo Ramírez (Ecuador)

Vicente Cuesta (Ecuador)

Santos Miranda Rojas (Ecuador)

Iris Cadelago (Argentina)

Antonio Castro Cruz (Perú)

Nicolás Hidrogo Navarro (Perú)

Javier Villegas Fernández (Perú)

Carmen Rivadeneira (Ecuador)

Bella clara Ventura (Colombia)

Antonio Guerrero (Ecuador)

Bertha Mendoza de Tapia (Ecuador)

Etza Jara (Ecuador)

Gustavo Cañizares (Ecuador)

Marieta Cuesta (Ecuador)

Carlos Garrido Chalén (Perú)

Abelardo Cano (Colombia).



LOS ENCUENTROS INTERNACIONALES Y SU IMPACTO EN LA DIFUSIÓN DE LA LITERATURA-A propósito del I Recital Internacional de Poesía- Manta-Ecuador-22-24 setiembre 2010

PROMOCIÓN Y FOMENTO DE LA CULTURA VIVA:Lo último en la cola de espera-Por Nicolás Hidrogo Navarro

Posted by Nicolás Hidrogo Labels:

PROMOCIÓN Y FOMENTO DE LA CULTURA VIVA:
Lo último en la cola de espera

Por Nicolás Hidrogo Navarro
Hay una coincidencia plena entre todos los cultores y promotores de la cultura viva e inmaterial peruana: se vive lánguidamente una promoción con tabladillo melco, luces artificiales opacas y cortina de humo ingénua, pero sin sostén ni base. Hay fomento de actividades culturales, con pocos espectadores consuetudinarios y menos mecenas y patrocinadores. La promoción de la cultura camina a la deriva, sin brújula, sin timón ni capitán. La cultura está allí y a borbotones, pero a pocos importa. Lo esencial no necesariamente es lo más importante en un país de alfabetos disfuncionales, en un país que confunde fácilmente estar instruidos que educados.

La gente se pregunta ¿cómo es que se dan manifestaciones culturales a pesar de todo esto en la región Lambayeque? La respuesta es sencilla y compleja a la vez: por pura pasión y amor al arte, empujado por los mismos artistas. Así se dan manifestaciones de danzas, exposiciones pictóricas, musicales, decimísticas, iniciativas personales de preservación del patrimonio arqueológico, muestras plásticas y actividades literarias, con entradas libres. También teatro, títeres y musicales –con boletos pagados.

Tenemos aún tantas leyes y dependencias de nombre que viven con etiquetas administrativas de la cultura –ahora en plena fusión con el Ministerio de Cultura- que un extranjero leyendo sobre el patrimonio inmaterial peruano y sus manifestaciones creerían equivocadamente que tenemos un Estado patrocinador y una bien montada estructura para apoyo de la gestión y promoción cultural. Cándida idea.

La promoción y pervivencia de la promoción de la cultura en el Perú se sostiene sobre los hombros de los grupos culturales, que en su gran mayoría -98%- no están ni registrados en la SUNARP, no tienen minuta de fundación ni sus nombres están salvaguardados en INDECOPI: son como los selváticos no contactados, no tienen DNI ni ningún documento de la civilización, pero viven y se agitan, lo importante es que viven y hacen euforia y apoteosis con su arte.

En nuestra región Lambayeque, las supuestas dependencias que tienen que ver con la cultura están desarticuladas y fragmentadas y casi nadie cree que existen funcionalmente: El Instituto Nacional de Cultura, un órgano burocrático y receptor –amurallada como cárcel en los últimos tres años- , parecido a un entre privado que más se ha dedicado a vender cursillos de baile, manualidades, con graves problemas de manejo con peculado presupuestal, a pesar de su lastimero discurso que no manejan presupuesto –vaya, que si lo tuviera, a su regalado gusto-; un gobierno regional con una inexistente oficina de promoción de cultura y cero presupuesto; gobiernos municipales –Chiclayo-Lambayeque-Ferreñafe- con desparecidas áreas de Regidurías de Educación y Cultura –en la que nadie sabe cómo se llamaba, por ventura, ese regidor-, que ahora han trocado de nombre por Área de Turismo, con énfasis mercantil y perfil comercial; un Área de Identidad Cultural de la Dirección Regional de Educación, que hace lo que puede en el sector educativo convocando a raleados concursos de cuento, poesía, ensayo, estampas de identidad cultural –y en la que escasos profesores y estudiantes responden al llamado de sus UGELes-; y, las oficinas de proyección social de las universidades, tanto la nacional (UNPRG-Lambayeque) como las particulares, se han constituido en verdaderos solitarios castillos medievales con su puente levadizo de pozo, levantado y sólo hacen vida interior sin mirar alrededor como auténticos intelectualoides catatónicos.

El empresariado privado, a veces, resulta la única alternativa, pero, en su gran mayoría, tienen graves reticencias para apostar ¿Y qué ganamos apoyando a la cultura? ¿Cómo influye en nuestra imagen de responsabilidad social?, parecieran decir a la hora de responder un oficio o una visita de auspicio.

Con los medios de comunicación hay otro problema: contados son los espacios radiales, audiovisuales y escritos que dan cuenta de las actividades culturales desarrolladas y sólo un medio maneja una agenda cultural. Se ha adoptado la política comunicacional que cada grupo da cuenta de lo que hace y tiene que hacer sus propias notas de prensa, sus autorreportajes, sus entrevistas espejo, porque saben que a los eventos culturales no llega esta “prensa cultural”, inexistente.

Nuestra prensa lambayecana no sólo se ha farandulizado, en copia de la nacional, sino que se ha draculizado y frivolizado: para ellos, la noticia debe tener un hedor a sangre, un ícono de un rostro triturado, una calata de la farándula, un tufillo a chisme de callejón, un sabor a sirenazo policial, un eructo a político, un rastro de morbo y escándalo y perfil a corruptela política, sólo eso vende, sólo eso es pasible de un titular. A la muerte de un obispo es titular un evento cultural, lo que evidencia que no existe un afán de utilizar a la prensa como un vehículo de promoción a la cultura, porque como es vox populi, la cultura no vende, sino es un mero accesorio de vano oficio.

Con este sombrío panorama contextual, hacer y promover cultura es un verdadero acto heroico y una locura quijotesca. No existe una cultura de apoyo a la promoción literaria. No es rentable invertir en cultura, salvo en aquellas en las que las entradas se venden y se consume licor, para regocijo del negocio.

Mientras no se cambie la mentalidad de los políticos que ostentan el poder de turno en beneficio de la promoción de la cultura; mientras las entidades creadas como el Ministerio de Cultura y por crearse no sean saturaciones de burócratas que adornen los escritores, con prepuestos que cubran sólo su sueldo; mientras no se troque el concepto de “apoyo” mendicante por el de contribución de responsabilidad social obligada a favor de la promoción de la cultura; mientras no se cree conciencia de valoración del arte y las manifestaciones culturales en el sistema educativo formando estudiantes con conocimiento pleno de enjuiciamiento y extensión de las manifestaciones artísticas de su entorno local y global; mientras la prensa no deje de atosigarnos, en nombre de la libertad de expresión, de todas las trivialidades y banalidades de farándula y nimiedades de escándalo amarillezco y criminalidad exacerbada; mientras las universidades no dejen de ser islas autosuficientes fabricantes en serie de tecnócratas y burócratas desculturizados sin vasos comunicantes con su entorno; mientras no se produzca un cambio de mentalidad en las autoridades locales que el turismo es sólo la epidermis mercantil y que la promoción y manifestaciones culturales con su valoración y reconocimiento, es lo más importante como reafirmación de nuestra identidad; mientras ocurra eso, la promotores de la cultura y cultores, seguirán siendo una cuadrilla de parias y galeotes que caminan solitarios cual ilustre orate “Caballero de la Triste Figura” por estos andurriales de la geografía lambayecana.

PROMOCIÓN Y FOMENTO DE LA CULTURA VIVA:Lo último en la cola de espera-Por Nicolás Hidrogo Navarro

Posted by Nicolás Hidrogo Labels:

PROMOCIÓN Y FOMENTO DE LA CULTURA VIVA:
Lo último en la cola de espera

Por Nicolás Hidrogo Navarro
Hay una coincidencia plena entre todos los cultores y promotores de la cultura viva e inmaterial peruana: se vive lánguidamente una promoción con tabladillo melco, luces artificiales opacas y cortina de humo ingénua, pero sin sostén ni base. Hay fomento de actividades culturales, con pocos espectadores consuetudinarios y menos mecenas y patrocinadores. La promoción de la cultura camina a la deriva, sin brújula, sin timón ni capitán. La cultura está allí y a borbotones, pero a pocos importa. Lo esencial no necesariamente es lo más importante en un país de alfabetos disfuncionales, en un país que confunde fácilmente estar instruidos que educados.

La gente se pregunta ¿cómo es que se dan manifestaciones culturales a pesar de todo esto en la región Lambayeque? La respuesta es sencilla y compleja a la vez: por pura pasión y amor al arte, empujado por los mismos artistas. Así se dan manifestaciones de danzas, exposiciones pictóricas, musicales, decimísticas, iniciativas personales de preservación del patrimonio arqueológico, muestras plásticas y actividades literarias, con entradas libres. También teatro, títeres y musicales –con boletos pagados.

Tenemos aún tantas leyes y dependencias de nombre que viven con etiquetas administrativas de la cultura –ahora en plena fusión con el Ministerio de Cultura- que un extranjero leyendo sobre el patrimonio inmaterial peruano y sus manifestaciones creerían equivocadamente que tenemos un Estado patrocinador y una bien montada estructura para apoyo de la gestión y promoción cultural. Cándida idea.

La promoción y pervivencia de la promoción de la cultura en el Perú se sostiene sobre los hombros de los grupos culturales, que en su gran mayoría -98%- no están ni registrados en la SUNARP, no tienen minuta de fundación ni sus nombres están salvaguardados en INDECOPI: son como los selváticos no contactados, no tienen DNI ni ningún documento de la civilización, pero viven y se agitan, lo importante es que viven y hacen euforia y apoteosis con su arte.

En nuestra región Lambayeque, las supuestas dependencias que tienen que ver con la cultura están desarticuladas y fragmentadas y casi nadie cree que existen funcionalmente: El Instituto Nacional de Cultura, un órgano burocrático y receptor –amurallada como cárcel en los últimos tres años- , parecido a un entre privado que más se ha dedicado a vender cursillos de baile, manualidades, con graves problemas de manejo con peculado presupuestal, a pesar de su lastimero discurso que no manejan presupuesto –vaya, que si lo tuviera, a su regalado gusto-; un gobierno regional con una inexistente oficina de promoción de cultura y cero presupuesto; gobiernos municipales –Chiclayo-Lambayeque-Ferreñafe- con desparecidas áreas de Regidurías de Educación y Cultura –en la que nadie sabe cómo se llamaba, por ventura, ese regidor-, que ahora han trocado de nombre por Área de Turismo, con énfasis mercantil y perfil comercial; un Área de Identidad Cultural de la Dirección Regional de Educación, que hace lo que puede en el sector educativo convocando a raleados concursos de cuento, poesía, ensayo, estampas de identidad cultural –y en la que escasos profesores y estudiantes responden al llamado de sus UGELes-; y, las oficinas de proyección social de las universidades, tanto la nacional (UNPRG-Lambayeque) como las particulares, se han constituido en verdaderos solitarios castillos medievales con su puente levadizo de pozo, levantado y sólo hacen vida interior sin mirar alrededor como auténticos intelectualoides catatónicos.

El empresariado privado, a veces, resulta la única alternativa, pero, en su gran mayoría, tienen graves reticencias para apostar ¿Y qué ganamos apoyando a la cultura? ¿Cómo influye en nuestra imagen de responsabilidad social?, parecieran decir a la hora de responder un oficio o una visita de auspicio.

Con los medios de comunicación hay otro problema: contados son los espacios radiales, audiovisuales y escritos que dan cuenta de las actividades culturales desarrolladas y sólo un medio maneja una agenda cultural. Se ha adoptado la política comunicacional que cada grupo da cuenta de lo que hace y tiene que hacer sus propias notas de prensa, sus autorreportajes, sus entrevistas espejo, porque saben que a los eventos culturales no llega esta “prensa cultural”, inexistente.

Nuestra prensa lambayecana no sólo se ha farandulizado, en copia de la nacional, sino que se ha draculizado y frivolizado: para ellos, la noticia debe tener un hedor a sangre, un ícono de un rostro triturado, una calata de la farándula, un tufillo a chisme de callejón, un sabor a sirenazo policial, un eructo a político, un rastro de morbo y escándalo y perfil a corruptela política, sólo eso vende, sólo eso es pasible de un titular. A la muerte de un obispo es titular un evento cultural, lo que evidencia que no existe un afán de utilizar a la prensa como un vehículo de promoción a la cultura, porque como es vox populi, la cultura no vende, sino es un mero accesorio de vano oficio.

Con este sombrío panorama contextual, hacer y promover cultura es un verdadero acto heroico y una locura quijotesca. No existe una cultura de apoyo a la promoción literaria. No es rentable invertir en cultura, salvo en aquellas en las que las entradas se venden y se consume licor, para regocijo del negocio.

Mientras no se cambie la mentalidad de los políticos que ostentan el poder de turno en beneficio de la promoción de la cultura; mientras las entidades creadas como el Ministerio de Cultura y por crearse no sean saturaciones de burócratas que adornen los escritores, con prepuestos que cubran sólo su sueldo; mientras no se troque el concepto de “apoyo” mendicante por el de contribución de responsabilidad social obligada a favor de la promoción de la cultura; mientras no se cree conciencia de valoración del arte y las manifestaciones culturales en el sistema educativo formando estudiantes con conocimiento pleno de enjuiciamiento y extensión de las manifestaciones artísticas de su entorno local y global; mientras la prensa no deje de atosigarnos, en nombre de la libertad de expresión, de todas las trivialidades y banalidades de farándula y nimiedades de escándalo amarillezco y criminalidad exacerbada; mientras las universidades no dejen de ser islas autosuficientes fabricantes en serie de tecnócratas y burócratas desculturizados sin vasos comunicantes con su entorno; mientras no se produzca un cambio de mentalidad en las autoridades locales que el turismo es sólo la epidermis mercantil y que la promoción y manifestaciones culturales con su valoración y reconocimiento, es lo más importante como reafirmación de nuestra identidad; mientras ocurra eso, la promotores de la cultura y cultores, seguirán siendo una cuadrilla de parias y galeotes que caminan solitarios cual ilustre orate “Caballero de la Triste Figura” por estos andurriales de la geografía lambayecana.

LOS FILONES INSPIRADORES PARA UNA NARRATIVA LAMBAYECANA

Posted by Nicolás Hidrogo Labels:

LOS FILONES INSPIRADORES PARA UNA NARRATIVA LAMBAYECANA




Por Nicolás Hidrogo Navarro



En el campo narrativo la temática para un escritor – cuentista, novelista o fabulador- no sólo resulta variada y casi de una tendencia unipersonal, vivencial o de influencia lectora o concepción de su propuesta estética o sus propias ficciones y pasiones. Sin embargo, ningún producto estético en prosa –aún los de temática prospectiva o lo que Mario Vargas Llosa llama literatura de adelantación- será independiente de la realidad o la de los libros o la del contexto socio-cultural. Todo texto tiene su contexto y sus rasgos hibridizados, con un zurcimiento casi invisible entre lo ficcional y lo real.

En el terreno propio de la narrativa lambayecana la predominancia –hablando de los lambayecanista estrictamente puro, en temática, ambientación y uso de los giros dialectales-, ha sido circunscrito sólo a dos novelas “Puerto Cholo” de Mario Alberto Puga Imaña, con el drama portuario sindical; e indiscutiblemente con “El daño” con la tragedia familiar de los Navarrete, donde se evidencia un gigantesco fresco de la sociedad de los siglos XIX-XX de Lambayeque.

El esnobismo y exotismo literario imperante -producto de una alienación y mal comprendido fenómeno cultural de globalización- hoy en los cuentos y las escasas novelas que tiene como escenario de elucubración la región Lambayeque, ha dejado de lado esa faceta costumbrista, de evidenciación de la riqueza folklórica, tradiciones y costumbres y que cual retrato daguerrotípelo da cuenta a las generaciones futuras sobre el estado sincrónico de una época. Qué duda cabe que la literatura es el vehículo que mejor perenniza y caracteriza la cultura cuando se pierde la efímera nota musical, se distorsiona la oralidad, se tergiversa los movimientos dancísticos y se decoloriza el color y se diluyen las formas: es la lengua, la literatura lo que la hace inmortal.



Una de esas piezas literarias de oro cronográficas se encuentra en “El daño” de Carlos Camino Calderón, la mejor novela costumbrista del norte peruano y que hace un gigantesco retrato social de la región Lambayeque con sus tradiciones y costumbres. Este es el más grande fresco sociocultural y cultural inolvidable y de antología lambayecana en esta célebre novela. Y por si acaso, don Carlos Camino Calderón ni siquiera nació en Lambayeque, sino en Lima en 1884. Y ni siquiera murió en Lambayeque, sino en Trujillo en 1956. Un vivo ejemplo que para querer y homenajear un lugar no es necesario haber nacido ni muerto en él, sino haber vivido intensamente y haber amado lo que esa tierra le prodigó.

“En ese Departamento (Lambayeque) habían existido los prósperos y ricos cacicazgos de Cyntu y Ñampaxlloec cuyos habitantes, durante mucho tiempo, se habían conservado étnicamente puros porque su ardiente espíritu racial, no les había permitido mezclarse con los conquistadores quechuas, ni con los españoles. Allí, el indio había sido menos infeliz que en la sierra, pues su proximidad a la capital del virreynato, lo puso más al alcance de las humanas y justas leyes de Indias. Y como sus ocupaciones favoritas habían sido la pesca y la agricultura, su moral y su físico no fueron destruidos por la ruda labor y los vicios de los pueblos mineros.

Más tarde, incontables hijos de Lambayeque habían marcado con su talento y sus virtudes, las diversas etapas de nuestra vida republicana.

Apoca distancia de esta playa donde el padre Naymlap detuvo su flota de balsas y fundó Actén, se encontraba Eten, al pie del cerro donde milagrosas piedras dioríticas -que tal vez fueron molinos de metal- resonaban como campanas de bronce. Más lejos, San Martín de Reque con sus huertas de naranjos y su clima delicioso; Monsefú, con su Señor Cautivo, sus alforjas y sus jardines floridos todo el año; San Francisco de Chiclayo -la antigua Cyntu fundada por Ñor- con su chicha embotellada con bichayo, y sus "cojuditos" ; Lambayeque, la Generosa y Benemérita, con sus recuerdos del pasado, y sus resentimientos del presente; Santa Lucía de Ferreñafe -de real estirpe- con su canal del Taymi y sus campiñas, sus lindas mujeres y sus guapos que todo lo arreglan a balazos; San Pedro de Mórrope, con su bella iglesia y su "claro" que pone turbia la conciencia; Nuestra Señora de la Limpia Concepción de Mochumí con el Cerro del Purgatorio, y sus urracas; Túcume, con sus danzas de "diablicos", y sus molinos de arroz; San Juan de Illimo, con sus Carnavales y sus "yunzas", adornadas de rosquitas, cintas, y pesetas; Pacora, con su San Pedro armado de una espada de plata maciza; San Juan de Jayanca, con su gente descendiente de Huayna Cápac, y sus vinos perfumados; San Julián de Motupe, con el Cen o Chalpón y su cruz milagrosa, que es lo más grande que hay en todo el Departamento; Santo Domingo de Olmos, con el Portachuelo, sus norias rodeadas de papayos donde cantan las cuculas, y su Despoblado; Salas, con su venerable institución de la Brujería, y lleno de enguayanchadores, limpiadores, sorbedores, y rastreros; Santiago de Miraflores de Zana, la anatematizada, con sus recuerdos de santos y piratas, sus dátiles rellenos, y su conserva de naranja en poto.”. (Pág. 82-83).

De “El Daño“-1942, Carlos Camino Calderón

En Lambayeque la novela con inspiración terrígena y de elementos simbolistas en su iconografía prehispánica, en sus estudios etnográficos y antropológicos coloniales y republicanos y hasta postmodernos, no sólo parece haber quedado ignorada y funcionalmente fuera de la implicancia del escritor, sino que el perfil de los cuentistas que tenemos como reserva para transitar a novelistas no están preocupados, a la hora de concebir un cuento o un relato mayor, en concebir una narrativa emblemática y con un sello de procedencia de made in Lambayeque, sino que desatan sus demonios al libre albedrio temático. Lo que es un perfil y tendencia propia posmoderna. No tuvimos pues, una acentuación ni maduración del cuento criollista norteño en Lambayeque, los escasos que se produjeron no conocieron la luz ni tuvieron los quilates para alcanzar notoriedad. Así no logramos hacer un tránsito secuencial en el siglo XX entre Puga y Camino hacia las nuevas generaciones del 60-70-80-90 y 2000, con la excepción de Alfredo José Delgado Bravo, Manuel Orlando Uceda Campos, los hermanos Sandoval de Pimentel. Cada quien ha fabricado sus cuentos a su medida, nostalgia, a su ecoexperiencia y la clasificación es variadísima, desde el cuento urbano de aparecidos, leyendas trucadas, intimismo familiar, anecdotismo, ficción, misterio, pero todos en completos individualismos. Mientras subsista el síndrome del solista autosuficiente que crea hacerlo todo, la literatura lambayecana estará tan desperdigada en su función temática inspiradora, promoción, estudio, valoración y divulgación que se seguirá sintiendo la sensación que se está haciendo mucho, pero nada orgánico y sistemático o nada a la vez.

Lambayeque tiene una historia prehispánica cada vez más nítida, protagónica, universalista y con una rica mitología, suficientes leyendas capaz de desbordar la imaginación y numen de cualquier escritor. Al escritor local le falta conocer más geohistoria, analizar los fenómenos sociales y tener más calle y compenetración. Desde un cuarto cerrado de alucinado, jamás se potenciará la imaginación para diversificar las historias ficcionadas y trucadas que demanda la literatura. Sin necesidad de querer hacer cuentos o novelas con denotación histórica ni remedos de leyendas y mitos existentes, -estos funcionan como son referentes insoslayables para abrir una brecha temática capaz de surtir librerías y remitificar la propia literatura lambayecana en el contexto nacional y mundial- se hace necesario instrumentalizar a los narradores con técnicas, pero también con el conocimiento pleno de la realidad como sustrato y punto de partida hacia la imaginación y ficción literaria.

MARIO VARGAS LLOSA: Un premio Nobel desbordante

Posted by Nicolás Hidrogo Labels:

CONGLOMERADO CULTURAL

Promoviendo integración de creadores
Lambayeque-Perú
Email: conglomeradocultural2005@yahoo.es
Tfnos contactos. (074) 773923 / (074)978863151 /
Dirección coordinaciones: 8 de Octubre Nº 924-Lambayeque-Perú
“Noches de cuento & poesía”
El espacio Azul Norte Poético-Narrativo
Año VII
(2004-2010)

TODA LA LITERATURA LAMBAYECANA EN:

MARIO VARGAS LLOSA:

Un premio Nobel desbordante



Por Nicolás Hidrogo Navarro

Este año 2010 la academia sueca de los premios Nobel ha tenido una inusitada actuación, tan misteriosa como los propios cónclaves para designar un Papa, tan desconcertante para rabia de algunos políticos que todo lo ven como lucha de clases, sin que nadie los espere en batalla.

Cuando admiradores de la obra literaria y hasta el propio designado al Nobel de Literatura 2010, se resignaban con no poca manifiesta indignación por injusticia que hacía evocar el caso de otro insigne escritor latinoamericano Jorge Luis Borges, de pronto una noticia de impacto mundial, un boom, sienta un precedente y deja más intrigados a tirios y troyanos: para unos comunistas –acostumbrados a ver que siempre se le concedía Nobel a los de manifiesta ideología izquierdosa- era y es un premio indebido dado “al imperialismo yanqui”, encarnado en Mario Vargas, como si el Nobel de Literatura fuera por hacer politiquería; para los más el regocijo era desbordante, aplastante y un triunfo de la constancia y la paciencia a lo Job. El otro extremo y golpe de mazo fue para el comunismo Chino, por la concesión al disidente chino Liu Xiaobo el premio Nobel de la Paz 2010, por lo cual se ha desatado todo el ímpetu rabioso e intransigente contra la Academia Sueca, que se ha ganado la ira de todos los retrógrados y rancios ultras de la izquierda cavernaria, aún sobreviviente mermada en el mundo. ¿Y no que los miembros de la academia eran fundamentalmente de línea de izquierda predominante y todos los designados debían ser como la sandía: verdecitas por fuera para las apariencias miméticas, pero rojos por dentro con pepas ideológicas negras?

Una vez más se prueba que Mario Vargas Llosa es un intelectual polémico que ha visto su camino empedrado de puyas, petardeada y gironeadas desde que por una decisión valiente y consecuente renuncia a sus ideales socialistas y mostró su desencanto por la revolución cubana- que casi todos compartíamos en los 60-70-80-, que en un inicio fue apoyada por todo el boom literario latinoamericano de la época. Pero luego vino el desencanto y esa fuerza que derrotó al abuso invasor norteamericano, esa euforia revolucionaria y romántica de los 60, se convirtió, a lo Robespierre, en un gobierno que taconeaba las mazmorras cubanas de presos políticos, con tal insanía pocas veces vista.

Mario Vargas Llosa no le pertenece ni a la izquierda ni a la derecha política; ni a los ricos ni a los pobres; ni a los blancos ni a los negros; ni a Fidel ni a Obama: un escritor, este sastrecillo valiente, de trascendencia le pertenece a todos.

Los comunistas raleados sobre la faz de la tierra no le perdonan ni le perdonarán que Vargas Llosa los haya dejado náufragos con sus ideales de los 60 –por el caso Heberto Padilla-, embozados con un lenguaje renovado –pero igual cargados de odios, resentimientos y totalitarismos ideológicos trasnochados- y envueltos en ideologías intransigentes, anacrónicas, desfasadas, rabiosas que pregonan el discurso incongruente de luchar por los pobres y a los pobres no les permiten que discrepen ni se conviertan en disidentes cuando traicionan sus ideales.

Resulta por demás mezquino que durante tanto tiempo voces comunistoides hayan hecho tanto ruido para interferir la designación de Mario Vargas Llosa por su literatura (Novelas, ensayos, cuentos, obras de teatro, etc.). El premio a Mario Vargas es por su literatura, no por sus ideales políticos. Se es pues aguafiestas cuando mezquinamente no se reconoce el valor universal de Mario Vargas Llosa y no interesa si es peruano, ecuatoriano, colombiano, argentino, chileno. Un Nobel es del mundo y para el mundo. Así que no busquemos si la frase justificatoria que emitió la Academia Sueca para designar al Nobel 2010 le corresponde o no, reclámenle a los académicos del Nobel y no al designado. Esa pequeña frase es insignificante – y hasta impropia literariamente para un novelista- para lo que significa Mario Vargas Llosa como escritor del mundo.

Primero, para poder aquilatar la valía de Mario Vargas Llosa, hay que leerlo en toda su extensión y plenitud de novelas y ensayos. Sólo esto nos permitirá sacar una conclusión por qué Vargas Llosa tiene el premio merecido.

Debemos de dejar de actuar como mezquinos intransigentes y envidiosos de no reconocer el valor de un intelectual cuando obtiene un merecido reconocimiento.



Mario Vargas Llosa, como Nobel, es el premio más celebrado en el mundo entero no sólo porque ha obtenido todos los premios habidos y por haber y tener más Doctor Honoris Causa que ningún otro escritor en el mundo entero, sino porque esa espera se ha prolongado por casi dos décadas –que hoy como represa enfurecida se ha desbordado en todo el orbe-, sino porque no es un escritor desconocido, como ha sucedido en los diez últimos ganadores, sus obras están traducidas a más de 36 idiomas, lo que le da un potencial de más de 2,000 millones de lectores.



Otra aspecto de esta marejada noticiosa ha sido por determinar la mejor obra de Mario Vargas Llosa –a la que hay que aclarar que los Nobeles en literatura no se otorgan por una sola obra, sino por el conjunto y es difícil determinar cual obra, porque las frases consagratorias que emite la academia son tan desconcertantes por su encriptamiento que es imposible saber cuál fue la obra, sino leamos “por su cartografía de las estructuras del poder y sus afiladas imágenes de la resistencia, rebelión y derrota del individuo “ lo que nos revela entrelineas la tan consabida inclinación política de los académicos.

Para muchos la mejor novela es Conversación en la catedral, un cuadro político y social de los 30 en el Perú. Para otros es La Guerra del fin del mundo, una gigantesca epopeya social de la guerra del Canudos en Brasil, donde Antonio el Consejero, un líder espiritual y religioso que lleva a su pueblo a defender sus derechos y a repeler a un ejército regular. Para otros es La ciudad y los perros, un retrato social del colegio militar Leoncio Prado en Lima, pero considerado el microcosmos peruano, donde se fusionan todas las razas y se evidencia el estilo de vida Militar. Y para los pocos, donde me incluyo, es La casa verde, esa obra temeraria y de lectores desertores en los primeros capítulos, pero donde se funden cuatro historias y se produce todo un trasvase de personajes de la selva de Santa María de Nieva a Piura, donde se reencauchan todos los trucos y técnicas de las novelas de caballería desde Tirant Lo Blanc, el eje matricial de personajes como Lituma y la Chunga, personajes embrionarios de novelas posteriores, las cajas chinas ramificadoras de microhistorias complementarias, los closp up etopéyicos y prosopográficos de los personajes, los flash back que refuerzan historias elípticas, los saltos cualitativos que generan desconcierto, los racontos que evidencian antecedentes narrativos, las mudas que desconciertan al lector, el contrapunteo de personajes, la licuación de los diálogos con el narrador en una misma estructura sintagmática, la extrapolación de los tiempos, la combinación cruzada de las historias disrruptas que rompen el hilo conductor de las historias troncales una tras otras hasta hacerlas aparecer más adelante, el manejo del enfoque del reptil verde transportando todas sus cargas semánticas de los mismos personajes a otros escenarios geográficos, etc. La casa verde es todo un portento de arquitectura barroca y la cúspide de la imageniería estructuralista del siglo XX que seduce a los lectores especializados y a los que aman retos intelectuales de lecturas de faena y de comprensión metacognitiva y contextual.



Me preguntan que a quién prefiero literariamente a Gabriel García Márquez o Mario Vargas Llosa: digo a los dos. El dilema es como decir qué quieres toda la vida: sal o azúcar. Se necesita de ambos. Realismo mágico se complementa con realismo real. No es analogía literaria sino politicoide - Gabo: socialismo Vargas: Capitalismo. La literatura es una sola bandera, no se divide en varias ni se escribe para ricos y para pobres. El escritor debe ser un sedicioso permanente y no tener ninguna clase de amo.

Qué duda cabe que la autoestima de los peruanos está el techo por este logro, equivalente a un partido ganado como mundial de fútbol o vóley. Qué duda cabe del tremendo mensaje que el premio da a poetas y narradores que sí se puede ganar si hay un estilo y línea seria y constante de un peonaje al oficio de escribir y que las disquisiciones disolutas no premian a nada ni a nadie. Que´ duda cabe que la industria editorial está a tope y que pronto todos se convertirán en lectores o por curiosidad mediática del Nobel o por seguir rindiendo culto a los buenos escritores. Qué duda cabe que ahora los libros de Vargas Llosa ya no serán quemados por militares o monjas cucufatas que prohibían sus textos y lecturas. Qué duda cabe que este primer Nobel abre una trocha a todos los escritores peruanos e iberoamericanos que es posible ganar una presea de pontificado literario cuando se le pone tesón y esmero al acto de escribir. Qué duda cabe que este Nobel ha abierto las heridas de sus detractores, pero los ha dejado al otro lado, solitarios del odio y de la mezquindad, de no reconocer el valor de los adversarios. Qué duda cabe que este Nobel pone de moda a la literatura del Perú en el mundo entero.







EN FABULOSO TEMPLO MASÓNICO DE CHICLAYO CONGLOMERADO CULTURAL CELEBRA DESIGNACIÓN DE MARIO VARGAS LLOSA COMO NOBEL DE LITERATURA 2010

Es la primera vez que gente del Conglomerado Cultural de la región Lambayeque-Perú entra a un templo principal sacratísimo y misterioso de una logia masónica por el puro contento de celebrar allí un conciábulo sobre la designación del premio Nobel de Literatura 2010 a Mario Vargas Llosa.

Me manera muy misteriosa el masón Mario Viteri Fernández nos tuvo en una sala de espera y a la media hora se abrió un recinto como una cueva misteriosa plagada de signos y símbolos masónicos solo vistos y oídos en las novelas de Dan Brown. Una luz roja dejaba ver todo ese recinto como una nave espacial con espadas curvadas egipcias y cimitarras árabes, libros, escuadras, inscripciones misteriosas en el techo representando las estrellas y una sillería con distintos grados para simbolizar a los iniciados y luego a los más destacados de esa linajuda y mística gente del francmasón.

Allí celebramos una larga perorata de loas en honor a Mario Vargas Llosa. Nunca imaginé estar sentado por un par de horas en esa silla mayor con cuero repujado y un mullido tapiz y como una especie de casita de trono que me hacía recordar al templo de Salomón o Carlomagno en las historias.

Gilbert Delgado Fernández dio un discurso espectacular y heterodoxo zahorí sobre novelas de caballería y sobre la designación de Mario Vargas Llosa que todos creemos que al autor de Conversación en la Catedral se le da el Nobel por sus novelas, pero que aún no habiendo escrito eso, sus fabulosos ensayos lo habrían empujado igual al mismo Nobel.

Jorge Fernández Espino, con singular e inusual discurso cabalístico demostró con la numerología por qué Vargas Llosa había ganado el Nobel este año 2010. Todos atónitos.