GRACIAS A LA PIRATERÍA… QUE NOS HA DADO TANTO…
Por: Nicolás Hidrogo Navarro
(hacedor1968@hotmail.com)
“Si no encuentran un libro mío, en original, fotocópienlo, por favor. Busquen la edición pirata, sí la pirata, porque yo escribo para el pueblo no para enriquecer a los editores. No es posible que, mientras producir un libro mío cueste entre 10 a 15 soles, por el hecho de estar en un librería cueste entre 70 u 80 soles”.
Eduardo Gonzáles Viaña
(Palabras emotivas en el II ENCUENTRO REGIONAL DEL NORTE DE LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL “Graciela Zárate León”- Del 21 al 24 de Junio-2006- Pacasmayo.
El Perú se localiza en el ranking de la piratería como el tercer país en Latinoamérica que mayor “productos ilegales” registra en la industria fonográfica, videográfica, confecciones, alimenticia, software, electrodoméstica y librera. Pese a que se nos vende la imagen de diferencia de calidad, en los últimos tiempos la piratería misma se ha sometido al reto de ser competitiva y ahora sólo la diferencia es mayoritariamente la de productos que tributan y productos que evaden impuestos.
Los más perjudicados con la piratería son las grandes marcas y transnacionales que se ven muchas veces expuestos a su propia quiebra. Gracias a la piratería somos testigos como día a día los márgenes de utilidad de las grandes empresas, antes de 30, 40, 50, 60%, se ha reducido significativamente a sólo 15 a 20%, eso ha permitido que más productos originales hoy, sean de acceso masivo. El reto de las grandes empresas en el futuro será competir con la propia piratería en costos, porque en calidad del producto está casi superado. La piratería no se trata ni de valores ni de nacionalismos ni de legislación, es una cuestión de poner la creación, la imaginación, el esfuerzo, la inventiva al servicio de los demás, recibiendo una justa compensación, pero no un voraz apetito lucrador.
Si una obra es pirateada es sinónimo que no solamente es importante, leída, sino que representa casi una venganza soterrada en contra de los impuestos a la edición de textos, el apetito voraz de los editores y la ilusa motivación de enriquecimiento lucrativo de los creadores o escribidores a sueldo o en proceso de aburguesamiento.
No es que la piratería desaliente o no estimule, o no valore la creación e invención humana (talento-experimento-inversión), mito creado por los que viven del lucro, productor, comercializador, recaudador de impuestos, ella abre la puerta trasera del usufructo por donde los que menos tienen son “invitados” a una función sin tarjeta. La piratería ha paritado a ricos con pobres y ha permitido vivir, disfrutar, crear fuentes y dividendos laborales de los que antes estuvieron marginados y vedados.
En el Perú, pese a las leyes prohibitivas y punitivas de propiedad intelectual y competencia desleal, de cada 10 libros que se compran, sólo dos se compran en librerías formales y 8 en librerías no formales o de venta ambulatoria. Lo que significa que en las segundas, un mismo texto, con diferente procedencia editorial, pueda costar un 80% u 90% menos que en las librerías formales. El costo de los libros no sólo están gravados con el IGV, sino también con el impuesto selectivo al consumo (ISC), con un alto porcentaje de comisión al vendedor y con no poco apetito de lucro por parte de editores y editoriales. Esto ha hecho que la piratería, lejos de disminuir, lo prohibido, lo satanizado, penado, “lo censurado por los que lucran con los libros”, aumente de manera exponencial.
Sin embargo, pese a los bajos niveles de lectura registrada en todos los estratos sociales y niveles educativos, una segunda puerta clandestina de acceso a los libros es la piratería, que ha generado todo un fenómeno poco comprensible, pero, escandalosamente universalizado: la fotocopia, como práctica común en el sistema educativo en todos los niveles.
Gracias a la piratería, Ud., yo, ustedes, hemos podido leer libros que jamás hubiéramos podido leer por sus costos. Gracias a la piratería muchos productos “originales”, han reducido drásticamente sus márgenes de utilidad y están ahora al acceso popular. Gracias a la piratería sus hijos pueden tener de consulta libros de medicina o derecho fotocopiados que superan los 500 soles y que tan sólo por cinco o diez soles, tenemos un material educativo. Gracias a la piratería he podido escribir este artículo en una computadora que si su software fuera original, costaría más que el propio hardware pagado. Gracias a “la maldita, ilegal, mala, delincuencial, sórdida, canalla y desleal, piratería”, es que los más pobres se pueden beneficiar y disfrutar de lo que antes sólo podían hacerlo los que más tenían.
Lambayeque, julio 02 de 2006
Nicolás Hidrogo Navarro
Coordinador General Conglomerado Cultural –Lambayeque-Perú
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